domingo, 4 de abril de 2010

El Prado De Los Sueños


Un hermoso día de primavera estaba yo en un apacible prado, un prado enorme en el cual habitaban pequeños animalillos de todas clases, también había muchos tipos de flores, desde margaritas a tulipanes, en el horizonte se podía distinguir una serie de casitas, aquello parecía ser un poblado rural. A mi alrededor el aroma tenia otro olor al de la gran urbe aquello era increíble… A continuación me deje caer sobre aquel aromático césped contemple el bello panorama azul que estaba suspendido en el aire cual cometa en pascuas, unas esponjosas nubes formaban abstractas nubes haciendo que la imaginación trabajase a su libre albedrío. A los pocos minutos cerré los ojos y me sumí en un dulce sueño, soñé con un mundo en el que todos conseguíamos lo que nos proponíamos algo abstracto pasaba a ser real de la noche a la mañana como por arte de magia, no quería despertar jamás me gustaba el mundo que había creado, era un mundo donde los optimistas tocaban el mismísimo cielo con los dedos, a base de esfuerzo y paso a paso. Desperté y tras reflexionar sobre lo que había visto me incorpore y partí hacia la ruidosa ciudad de la que venía, antes de partir me acorde de una frase que había visto en aquel fantástico mundo. Imposible es sólo una gran palabra utilizada por hombres débiles que encuentran más fácil vivir en el mundo que les ha sido dado que explorar el poder que tienen para cambiarlo. Tras recordar aquella cita mi rostro dibujo una gran sonrisa con la que decidí arrancar a correr y comerme el mundo.