martes, 19 de octubre de 2010

Dame un respiro.


Nuestro ritmo de vida es cada vez más y más frenético, pensamos menos en nosotros y nos preocupa más el que dirán... Esto no puede seguir siendo así, tenemos que cuidarnos, somos imperfectos, necesitamos un breve tiempo de descanso para evitar nuestro propio colapso. Puede que no encontremos en nosotros mismos la relajación que tanto necesitamos, en ese caso tendremos que buscar a una persona que nos complemente que nos haga sentir queridos, importantes, precisos... Esa persona que al mirarla a los ojos sepas que quiere decir, aquella que te arranca la más oculta de las sonrisas con un solo gesto, la que cierne sobre ti un hechizo para no dejar de mirarla, la que su voz suena en tu cabeza aun después de despediros. Date un respiro que dure tanto como un ocaso.