martes, 23 de febrero de 2010

Atardecer Inolvidable


Aquella misma tarde quedamos para dar una vuelta, tomar algo y conocernos más, como se suele decir. Aprovechamos muy bien aquella soleada tarde de Quebec en la que todos los árboles estaban muy coloridos y parecían que tuvieran vida propia; salimos a tomar una horchata importada de Alboraya, que nos sentó muy bien.
Por último acabamos en el parque viendo el atardecer en un mirador en lo alto de una colina, el paisaje era ideal para expresar los sentimientos a alguien que quieres con locura, yo nunca encontraba el momento idóneo, pero aquella era mi oportunidad de expresarle a Thais todo lo que sentía. Ella también sabía que aquél era el momento, y apoyó su agradable cabeza contra mi hombro, un gesto que me agradó mucho, iba a besarla en aquel justo instante pero sentí que se me congelaba la sangre, el corazón se me aceleraba, y era la primera vez que estaba sudando y sintiendo frío por todo mi cuerpo. Ella se me adelantó y en un visto y no visto sentí sus labios rozando mis labios, jugueteando en aquel bello atardecer de Quebec que siempre será recordado en mi mente por mucho que pase el tiempo, y sobre todo recordaré que un día creamos una amistad que será rememorada por siempre quedando plasmada en estas hojas de papel.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Canadá :) ¡Q morro q tienes!

    Es una historia muy bonita.

    Un Saludo !

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