lunes, 18 de enero de 2010

Apología de un sueño...


Cae la noche en la ciudad, el sol se esconde tras las montañas, las nubes dejan paso a la luz de las estrellas, la luna le gana el pulso al sol, las farolas iluminan las oscuras calles de esta deprimente ciudad. Tu cuerpo está cansado de sobrevivir durante todo el día, te esta pidiendo a gritos un descanso, descanso que tu cuerpo aprovechará para reposar y renovar energías para seguir combatiendo día a día ahí afuera, y tu mente te hará soñar cosas increíbles, te divertirás junto a ella, soñaras que eres un futbolista, un señor rico incluso un pingüino.


Un bello cuerpo despertó en medio de un vacío blanco, tan blanco que su luminosidad cegaba, poco a poco apareció una calzada y árboles a su alrededor se podía apreciar el fin del camino, allá en el horizonte había una señal, el sendero se dividía en dos caminos, lo más sorprendente es que las señales estaban en blanco, no sabias donde te iban a llevar esos dos desconocidos caminos. Tras estar sentado en el suelo un largo tiempo, corrí decididamente hacia el de la izquierda, conforme iba llegando al final hacía más y más frío, mi boca exhalaba vapor de agua y mi piel supuraba agua a través de sus poros. Al llegar al final del sendero me encontraba en Rusia, una señora se acerco a mi y me ofreció sus abrigos que recogí sin dudarlo, a continuación la señora desapareció en medio de la nada. A continuación pude verte a ti, justamente a la persona que más deseaba ver en ese preciso instante, me apresure a tocarte, a sentir tu presencia.

Cuando iba a coger tu mano... sonó el despertador, lástima, demasiado bello para ser un sueño.

2 comentarios:

  1. me encantan los pinguinos y tu apología

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  2. M egusta tu estilo transgresor y reivindicativo! Estas enfadado con el mundo? Si la respuesta es afirmativa, te recomiendo que te pasees por mi blog y me ayudes a encontrar motivos para desmentirlo xD

    Un Salundo ;)

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